post-title Puertina https://elfaroastorgano.com/wp-content/uploads/2021/06/MAR-CO-A.-MACIA.png 2023-05-19 12:55:57 yes no Publicado por Categorías: Opinión

Puertina

Publicado por Categorías: Opinión
Puertina

Pasando el puerto – Marco A. Macía

La grandeza de las obras relevantes se mide por su capacidad de adaptación, su intemporalidad, por su resiliencia, su facilidad para convertir el acero envarado en un junco flexible que dobla y no rompe. Hay quien asocia grandeza con tamaño y poderío, pero es una asociación incierta que no siempre se cumple. En el caso del Palacio de Gaudí no van de la mano el tamaño con la grandeza: hay edificios mayores, pero pocos de tanta grandeza. Muchos menos capaces de soportar la instalación de un ascensor más de un siglo después de su construcción. Sin que aleteen los angelotes del jardín ni cante el gallo de la más alta de sus veletas. La grandeza del Palacio nace de su arquitecto que ya previó instalar un ascensor adelantándose a su tiempo, cuando era un ingenio tan desconocido como novedoso. Apostando por el futuro, que tardó en llegar, dejó previsto el hueco y sobre todo una puertina por la que se han ido colando las piezas para completar la proyección de Gaudí. El Palacio tendrá ascensor y en él subirá la admiración por el edificio y bajarán las ganas satisfechas tras descubrir los rincones desconocidos de un Palacio que siempre sorprende. Y no sé que es más desconcertante, si haber previsto un ascensor en una Astorga de casas bajas o haber diseñado una puertina tan pequeña, como una arquitectónica revisión de la enseñanza del camello y el ojo de la aguja. Por el momento, el camello se ha enhebrado.

MARCO A. MACIA