
Entre un 20 y un 30% menos de público que en un año normal estimaban los oficiales del cementerio de Astorga que se habría notado la situación de la pandemia en la afluencia al camposanto.
Los mismos responsables del cementerio coincidieron en comentar el buen comportamiento de ese público que acudió desde el jueves de manera muy escalonada y evitó las concentraciones ante las tumbas que son habituales en otros años.