Enrique Ramos – Piedra de Afilar

La amenaza del colapso eléctrico y de las crisis de abastecimientos de comida y otros insumos, está llevándonos a un nuevo milenarismo similar al vivido a finales del siglo X. De aquella, los fundamentalistas cristianos voceaban incansables el ¡Penitenciagite! (haced penitencia) para ponerse a bien con Dios antes del Apocalipsis que se creía próximo.
Hoy el Penitenciagite se lo vocean vía internet a los inopes pobladores de este mundo (que por tal penuria de materia gris bien podría llamarse Tontonia) los fabricantes de conservas e infiernillos de gas acopiados en trasteros como savoconductos del «inminente» juicio final. Donde unos ven apocalipsis otros ven negocio.