Los datos de afectación de la pandemia siguen ofreciendo una escalada que va camino de ser geométrica. La incidencia acumulada (IA) sigue creciendo en toda la comunidad y también en la provincia de León, aunque hay excepciones: los municipios pequeños de la zona Astorga 2 siguen, con la excepción de Luyego y Villamejil, libres de COVID, por más que Astorga acumula a siete días una IA de 260 por cien mil, tras inscribirse cuatro nuevos casos desde el lunes. Durante la semana aparecerán nuevos contagios que aún no han sido reportados en la estadística.

Y aunque la incidencia sigue disparada, su gravedad es decreciente: ayer para los más de 1.500 nuevos contagios de la Comunidad Autónoma, solo se contabilizó un fallecido y los hospitales siguen aliviados de presión asistencial, tanto en camas de planta como en UCI ya que, por ejemplo León, tiene un 1,18% de ocupación de camas COVID y un 6,52% de las de UCI.

En tanto, en la Junta hay preocupación por este rebrote, más que por su gravedad en los nuevos contagios por la posibilidad de transmisión y, sobre todo, por la presión asistencial a la que se somete la atención primaria, saturada ahora de pruebas y atenciones a sintomatologías de COVID mucho más leves. Por eso, tanto el presidente como el vicepresidente o la consejera de Sanidad han coincidido en reclamar del Gobierno nuevas restricciones como reinstaurar el toque de queda o la obligación de uso permanente de mascarilla: paradójicamente, la Junta no ha adoptado aun medida alguna de restricción en aspectos que son de su competencia. Podría hacerlo este jueves, aunque no se ha avanzado la adopción de ninguna medida concreta.