De ninguna parte
Alfonso del Río – El rincón del lector Todos los libros que escribe Julia Navarro, se convierten en auténticos best seller». Nos estamos refiriendo en esta ocasión al titulado «DE NINGUNA PARTE» Y QUE HA SIDO EDITADO POR » Plaza & Janes. El libro es un viaje a los confines de la conciencia de dos jóvenes Abir y Jacob, cuyas vidas se cruzan en un campo de refugiados en el sur del Libano. Ambos, eternos exiliados de sí mismos, se encontrarán años más tarde en Bruselas bajo el humo de las bombas con las que el Círculo, una organización islamista, siembra el terror en el corazón de Europa. Después de la tragedia, Abier es acogido por unos familiares en Paris, donde se encuentra atrapado entre dos mundos irreconciliables, el asfixiante núcleo familiar y la sociedad abierta que le ofrece libertad y que se encarnan dos jóvenes: su prima Noura, que se revela contra las imposiciones del integrismo religioso de su padre, y Marian, una adolescente hermosa y vitalista de la que se enamora de forma obsesiva. Noche tras noche, la amenaza de Abir irrumpe en el sueño de Jacob, que debe enfrentarse al dilema de luchar contra enemigos que no ha elegido. El destino los reunirá de nuevo en Europa. Porque no es posible cambiar el pasado y tampoco huir de él. Nos encontramos ante una novela que hunde sus raíces en la naturaleza humana y sus claroscuros, protagonizada por personajes que viven en permanente conflicto con su identidad y que nos invita a reflexionar sobre cada una de nuestras certezas. Comparte esto:FacebookTwitterTelegramWhatsAppCorreo electrónico

Realismo
Marco A. Macía – Pasando el Puerto Cuando un alcalde quiere perder el apoyo de su pueblo debe promover el cambio de la escuela por un tanatorio. Es imposible que se pueda plantear una medida más desalentadora ni que reúna tantas firmas en contra. Aunque, por otro lado, totalmente coherente con la gestión eficiente de los recursos que se le exige a un administrador público. El pobre alcalde de Quintana del Marco, eficaz y realista, analiza los datos -o se da un paseo por el pueblo- y concluye que lo más útil es un tanatorio. Antes o después todos pasarán por él. Ya nunca por una vacía escuela que sólo abre para las urnas y que, sin niños en el municipio, parece un espantajo mortecino que acumula polvo y recibos del mínimo de luz. Donde esté un buen tanatorio con salas amplias por si coinciden varios, que las desgracias nunca vienen solas, suelos de granito porriño, que es eterno, y vidrios enmarcados, que estamos en Quintana, que se quite una escuela sin maestros ni griterío ni pizarras digitales. Realismo frente a ilusiones. Verdad frente a vana esperanza. Si la decisión no mostrase la crudeza de tantos territorios encaminados a las zarzas y el abandono, habría que darle un premio al alcalde por adelantarse al futuro con precisión dramática y brazos caídos. Y que el último apague la luz. Comparte esto:FacebookTwitterTelegramWhatsAppCorreo electrónico

San Isidro
Juan José Alonso Perandones – La Tolva Después de aquel trágico accidente del 14 de marzo de 1974, padecido por Tomás Frade y sus seres queridos más cercanos, la casa de la calle Matadero 14 quedó deshabitada. Con la muerte de Tomás se finiquitaba uno de los oficios más antiguos de la ciudad, que era el de guarda del campo. Desde esta casa se ven la Torre Vieja, la del Moro y el rosetón calado del hastial, catedralicios. En ella se reúnen los doce miembros de la Asociación de Agricultores y Ganaderos, con anterioridad denominada Hermandad; contó con cerca de un centenar de socios hasta la mecanización y abandono del campo, y a su custodia ha quedado el archivo de la Cámara Agraria. De sus antiguos cometidos, conservan dos, el arriendo de los pastos y organizar la festividad de San Isidro, adelantada este año un día, por la Rogativa del Castro. Procesión de Rectivía a Puerta de Rey, con parada en la catedral ante la Virgen: la cruz, la bandera de Unión Agraria, de 1926, con el bordado de la escena milagrosa, el paso con la imagen del santo, la yunta y el ángel; castañuelas, flauta y tamboril, unos pocos fieles y la representación eclesiástica y civil. No faltó el pan del santo con posterior convite; para el martes, 16, misa por los difuntos. No perduran los fastos de los pasados 50, con el Concurso de Arada y Carrera del Bollo, pero la pequeña comitiva procesional encarna la resistencia a no dejar morir la herencia vital de nuestros campos. Comparte esto:FacebookTwitterTelegramWhatsAppCorreo electrónico

024
Gabriel Toribio – Cambiando Aires Momentos de dureza van pasando por alcanzar la mayoría absoluta a que se hace referencia a la existencia del propio cuerpo humano. Delicadas rachas que entorpecen nuestra forma de vida que es originaria cuando la oscuridad es proclive a las tinieblas. Las locuras mentales hacen mella y la constancia por frenar en cometer cualquier delirio que surja después del acto el arrepentimiento; pueda ser certero y equivocado. No más de dos semanas, llega muy a tiempo de que Sanidad estrena la línea telefónica del 024, marcador contra acabar con la vida propia, una línea de ayuda para personas con riesgo de conducta suicida. Teléfono gratuito, accesible, anónimo y confidencial, activo las 24 horas del día y los 365 días del año, y ofrecerá soporte y apoyo emocional y psicológico a quienes acudan a esta fórmula con planes o pensamientos próximos a la muerte. La campaña, llama a la vida, para no cometer un acto desafortunado a desaparecer. Abierto a la vida para la salud mental para no desviar el malestar psíquico sea invisible, no significa que se tenga que apartar la vista como si no existiera. Necesitamos respuestas a las llamadas de prevención y acompañamiento emocional. El nuevo teléfono contra el suicidio, atendió mil llamadas en su primer día. Una salvación para tantos fieles inocentes que no desean vivir. Las cifras en España, han crecido durante la pandemia de coronavirus. Según los últimos datos, en 2020 cerca de 4.000 personas pusieron fin a la vida y entre 80.000 y 100.000 lo intentaron, lo que supone once muertos al día y más de 220 tentativas: y sigo sin poder imaginar el dolor de tanta ausencia. Comparte esto:FacebookTwitterTelegramWhatsAppCorreo electrónico

Europaja, euroviga
Enrique Ramos – Piedra de afilar Que un festival de la canción (rancio y antiguo, según la humilde opinión del suprascrito), se haya convertido en pieza geopolítica respecto de un conflicto que lleva costadas vidas y haciendas a chorro, refiere bien a las claras hasta qué punto el mundo está hecho unos zorros. Nadie, ni siquiera los que siguen pensando que queda algo de pureza competitiva de valores musicales en tal evento, dudaba del «biscotto» que iba a dar la victoria a Ucrania. Por eso, nuestro chauvinismo patrio da por buena la medalla de bronce de la representante española. Pero, si a Ucrania «se lo han dado» ¿quién asegura que «la nuestra» se lo ha ganado? Comparte esto:FacebookTwitterTelegramWhatsAppCorreo electrónico

Tino
Marco A. Macía – Pasando el Puerto Cuando te enteras de que Tino, el de Val, ha recibido un reconocimiento, primero hay que mirar porqué. Son tantos los méritos y argumentos para merecerlo que antes de cualquier felicitación conviene averiguar si se lo han dado por lo personal, por lo profesional, por sabiduría, por ideas, por trabajo o por su planta. Porque Tino reúne calidad sobrada para que reciba distinciones lo mires por donde lo mires. Es un maragato al que le ciñeron el cinto de viva mi dueño al nacer y todavía no ha amanecido el día en que lo quite, logrando que el orgulloso lema pase de deseo esperanzador a descripción exacta de quien lo viste. Tan pronto te discute la datación del sudario de Turín como acuchilla un saco tieso de rafia para mostrarte la diferencia entre borra, cachemir y merina. Mañana vas a Vigo y avistas su perfil de D. Quijote entre una montaña de mantas bajo un toldo de artesanos, levantando el mentón y el índice como dicen que hizo Jesucristo cuando de niño se extravió en el templo. Al día siguiente predicará en Trujillo y al tercero en Langreo dejando tras sus periplos tanta sabiduría en quienes le escuchan como calor de sus mantas en sus camas. Ahora el premio se lo han dado en Madrid, donde es capital que comiencen a dejarse ilustrar por quien ama tanto su oficio. El premio se llama Fortuny. Fortuny la nuestra, la de todos los que tanto le apreciamos. Comparte esto:FacebookTwitterTelegramWhatsAppCorreo electrónico

Promesas voladuras
Eduardo Sáez – Sin Pasión Acaba de ocurrir uno de esos actos icónicos que quedan grabados en retinas y youtubes para los restos gracias tanto a su espectacularidad como a su poder metafórico. Las torres de refrigeración de la térmica de La Robla se convirtieron a la hora exacta en dos montones de escombro gracias a unas cargas explosivas colocadas con eficiencia. Se ha leído y oído de todo, pero casi todo en la tendencia nostálgica de lo que se pierde y el pasado industrial de la provincia que, sin haber sido nunca boyante, va camino del desierto más absoluto. Esperanzados, muchos roblanos confían en que les coloquen allí la alternativa: algo relacionado con el llamado “hidrógeno verde”, una de las nuevas fuentes de energía. Ya les digo desde aquí que se hagan las ilusiones justas. Hace ahora unos 30 años se cerró la fábrica de Veguellina de Azucarera Española. La Junta aseguró que iba a construirse una planta de bioetanol que compensaría la merma de empleos y economía. Una caseta que languidece en el polígono industrial de Villarejo es lo que ha quedado de aquella promesa que, de vez en cuando, aparece en presupuestos de la Junta (¿quién se quedará esos miles de euros que no hay dónde gastar?). Los de La Robla que se vayan acostumbrando: las promesas, sobre todo si son de la Junta, solo llegan a la voladura. Comparte esto:FacebookTwitterTelegramWhatsAppCorreo electrónico

Convictos versus Pegaso
Ricardo Magaz – La Espada y la Pluma Pegaso era el caballo alado de Zeus. También era, en mi infancia, una marca de camiones y un pequeño barrio al lado de la fábrica y el aeropuerto de Barajas. Ahora, Pegaso (Pegasus) es, por mor de la tecnología de la firma cibernética israelí NSO Group, un software con el que el CNI y las FFCCSE vigilan en remoto a terroristas, narcos y otros criminales, incluidos, naturalmente, los golpistas que utilizan las páginas del Código Penal para limpiarse cuando van a la letrina. Los independentistas catalanes, condenados a prisión por el rosario de delitos cometidos en octubre de 2017, se escandalizan porque el CNI les pinchó los teléfonos mientras pegaban un golpe de Estado, se ciscaban en la Constitución y declaraban la “república catalana”, jaleados, que no se nos olvide, por partidos políticos usufructuarios de ETA y, entre otros, un buen grupo de notables que se declaran en sus redes sociales y entrevistas como “fraperos”, es decir románticos de la antigua banda terrorista FRAP, devota a su vez de los GRAPO. Sin duda, es un escándalo injustificable (por si no se advierte la ironía) que el CNI, con autorización del magistrado del Tribunal Supremo, asignado para supervisar las intervenciones telefónicas, accediera al móvil de los convictos (ahora ex) que estaban poniendo la seguridad nacional al borde del precipicio. Por estas y otras investigaciones la justicia les condenó en firme por sedición y los encarceló, salvo al fugitivo del tupé, que sigue en su retiro dorado de Waterloo. Malos vientos corren para los del CNI. El Gobierno, que indultó a los supremacistas, les dejará de nuevo tirados. Comparte esto:FacebookTwitterTelegramWhatsAppCorreo electrónico

Cofrade
Gabriel Toribio – Cambiando aires Se ha pasado una semana religiosa con la influencia del buen tiempo y el aumento del turismo y la hostelería por la facturación deseada de «al completo» , tras un amplio paréntesis de dos años de pandemia. A una semana después de pasar los eventos religiosos, el tiempo ha cambiado al frio por la lluvia, viento y nieve; el milagro por la Semana Santa, nos ha ofrecido una gran oportunidad de acercarnos unos a otros, de entrar en comunión en el fervor de los pasos de las procesiones. La devoción por ser cofrade y pertenecer a una cofradía; asociación reconocida por la iglesia católica que muchos devotos lo forman con fines piadosos y promesas milagrosas que han sabido reconocer el agradecimiento por cumplir lo prometido, por caminar direcciones opuestas y que son respetadas las libertadas tomadas por la divina providencia. Se requieren muchos sacrificios por conseguir la entrada por la puerta estrecha y espaciosa para no ir por senderos angostos que nos haga tropezar repetidamente. Presentes y espectadores a través de los medios de difusión, se han contemplado imágenes lustrosas y de buen orden por dar sentido a la semana de pasión. Esfuerzos de solidaridad y voluntarios para todos los que han intervenido: anderos, costaleros, capataces, bandas de música, saetas, penitentes, pasiones vivientes, personal de seguridad… Por cada mirada de cofrade antes las imágenes salvadoras, no olvidan a las familias que han quedado en su país, decesos por el virus; toda la infancia merece protección, amor, educación, atención sanitaria… Lo necesario para crecer y desarrollar. Todo: menos un conflicto. Comparte esto:FacebookTwitterTelegramWhatsAppCorreo electrónico

Espiar
Marco A. Macía – Pasando el Puerto Pensar que eres digno de que te espíen es otra forma de vanidad. Un reconocimiento institucional de alto rango que subraya la importancia de tu persona. Un subrayado público que reconoce tus diferencias sobre el resto. La constatación del peso del cargo. Un aplauso justificado por la seriedad de la encomienda. Un marchamo para gente gorda. Si te espían es porque saben que guardas secretos inconfesables que alterarán la salida del sol y los ciclos lunares. Si se hace público lo del teléfono caerán las cotizaciones de futuros y saldrán los ríos de su cauce. Los salmones no desovarán. Las moscas abandonarán la carne cruda. La pandemia será una pamplina infantil. El episodio del volcán se convertirá en una piñata de cumpleaños. La guerra seguirá siendo la guerra, porque eso no hay móvil que la frene ni información que sacie su sed sanguinaria. Si te sacan todo lo que llevas en el móvil no habrá cadenas para contener a Pandora que saldrá disparada y loca hacia Pandorado, evidentemente. Se hará pública tu escora al abismo. Los espías conocerán las veces que te has saltado la dieta, el código pin de la tarjeta sin saldo y lo que de verdad piensas de tu cuñada. Vivimos tiempos inquietantes. Uno ya no sabe si lo que nos corresponde es llevar en la mano un móvil de última generación o una garrota. Comparte esto:FacebookTwitterTelegramWhatsAppCorreo electrónico
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