Enrique Ramos – Piedra de Afilar
La expresión “la navaja de Occam” es un lema escolástico que asegura que ante un dilema, la explicación más sencilla es la más probable. Pero cada vez es menos verdad.
Ucrania se desangra y el mundo toma partido: los que ven al ruso como agresor y los que recuerdan los años de agresión ucraniana a sus minorías. Unos acusan a los otros de comunistas o de nazis mientras que en el ejército ucraniano conviven unidades neofascistas y bolcheviques postsoviéticos y en el lado ruso lo hacen ultranacionalistas de extrema derecha con postcomunistas y hasta batallones islamistas chechenos.
La ideología se ha hecho líquida; ya no vale como orientación de trinchera. Más que a Occam hay que invocar a Pío Cabanillas: “yo ya no sé si soy de los nuestros”.