A las puertas del Ayuntamiento en la mañana del viernes una joven astorgana, con 17 años a sus espaldas en el mundo de la hostelería y que regenta un negocio en Villarnera, se manifestaba para visibilizar la demanda de un sector gravemente afectado por las últimas medidas de la Junta que entraban en vigor. A sus 34 años, denunciaba que «nos están desangrando» y destacaba que «en los bares y restaurantes casi no ha habido contagios» reclamando «que nos dejen trabajar para poder vivir».