post-title No bailan https://elfaroastorgano.com/wp-content/uploads/2021/06/J.J.A.-PERANDONES.png 2021-08-26 16:56:36 yes no Publicado por Categorías: Opinión

Juan José Alonso Perandones – La Tolva.
… los gigantones este año no bailan, quietos están durante horas como maniquís de escaparate, con unos pocos cabezudos, ante la fachada consistorial. Por las mañanas deambulan con una pequeña comparsa y tamboritero, por los barrios intramuros, y se asoman a aquellos otros que hacia el oriente, sur y poniente alegran la vista de los astorganos: con un sol, al amanecer incandescente, desprendido del suelo; al mediodía de luz radiante, y en la oscurecida como oronda llama furtiva tras el Teleno. No habrán sido los únicos por fiestas confinados, pues desde que se identifican sus ancestros —los de 1910 que representaban las cinco razas del mundo—, la ciudad ha padecido, además de esta pandemia, guerras, viruelas y calamidades. Más suerte tuvieron los de nuestra infancia, que no les aconteció ningún sobresalto, en el tránsito de los años 50 /60: el Príncipe y la Princesa, el Ogro y la señorita Lilí, y los trece cabezudos, el Moro, el Vasco, la Bruja…; iban acompañados por el gran tamboritero Aquilino Pastor y danzantes maragatos. Dentro de los cuatro gigantones al azar escogidos, este año no se esconde mozalbete alguno: Colasa y Juan Zancuda, el caudillo Serbius y la guerrera Charriaya son portados sobre ruedas; y los cabezudos, desinfectados, el Lobo, la Tuerta, el Payaso…, blanden la escoba como quien abanica el viento. No bailan, pero los acompañan la flauta y el tamboril y muchos niños alborozados.