El Tribunal Supremo confirma la relación laboral que existía entre Embutidos Rodríguez y los falsos autónomos que se encargaban de su sala de matanza y despiece.
En total, 400 personas que gracias a una sentencia firme del Alto Tribunal recibirán un total de doce millones de euros en concepto de indemnización por las cuotas a la Seguridad Social que pagaron indebidamente durante cuatro años (de octubre de 2013 a noviembre de 2017).
En su día, esas cuotas corrieron a cargo de los empleados, el Supremo ratifica que era Embutidos Rodríguez quien debía pagar a la Seguridad Social ya que estos falsos autónomos trabajaban en instalaciones propiedad de la empresa, con utensilios de la empresa y siguiendo horarios y turnos organizados también por la empresa.
El sistema utilizado por la compañía asentada en Soto de la Vega era contratar a una falsa cooperativa llamada Servicarne, donde enrolaba a los trabajadores que se hacían cargo de las labores de matanza y despiece de los animales. Se trata de un “fraude de ley” según resalta el sindicato Comisiones Obreras ya que Servicarne se “limitaba a gestionar con mano de obra barata a la que se explotaba”, sin que los trabajadores tuvieran responsabilidad alguna en el proceso a pesar de figurar como autónomos.
Se pone fin así a una larga batalla judicial emprendida por el sindicato Comisiones Obreras en solitario. Su responsable de Industria, Ángel Santos, se muestra satisfecho por haber plantado cara a una situación que califican de “semiesclavitud” ya que los trabajadores prácticamente carecían de derecho a descansos o vacaciones.
Desde el pasado enero, Embutidos Rodríguez es ya al completo propiedad del grupo catalán Vall Company, la primera firma cárnica nacional y la segunda de Europa. Actualmente, cuentan con una plantilla de 800 empleados directos y la previsión es crecer en los próximos meses ya que se ha adquirido una parcela adyacente para ampliar instalaciones.