Isidro Martínez – Las torcas
Está protegido. Sirve para un roto y para una oposición a las placas de sol. Le llaman urogallo pero nunca lo he visto. En el Tuerto, en el Órbigo, en… no hay. ¿Dónde están, no se ven…? ¿Y usted? Puede ser para no desentonar con la despoblación galopante. Ni urogallos de exhibición nos van quedando.
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Como un divorcio, pero sin estar casados: la riña de la alcaldesa (UPL) y el ex alcalde (PP) de Santa María del Páramo nos informa de lo que nos costó la broma de llevar la basura a la finca del Busto: 25 millones a tocateja. Cuando pase por esa población recuerde que al menos un par de placas de la piscina son suyas, y dos cm de pavimento de las pistas de pádel, squash, tenis, almacén, cementerio…, también. Y finaliza Egido (PP) diciendo que, además de las obras, dejó 9 millones en efectivo. ¡Para digan que la basura no da la felicidad!
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La revista americana Forbes realizada cada año un ranking sobre las universidades españolas. La mejor es la de Navarra; en el puesto 8, está Salamanca; en el 11, Almería; en el 19, la de Vigo; y en el 20, la Católica de Ávila. ¿Y la de León? Algunos se lo deberían hacer ver y, al menos, en estudios superiores atraer talento y estudiantes.
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Manuel Lamelas, empresario minero antes, se equivocó gravemente. En un leonés,doble pecado. Se le fue la mano en el mapa, entró en Priaranza (municipio de Luyego) y, como costumbre manda, las alegaciones superan los dos millares. Error de principiante: querer poner placas en el municipio con más conciencia ecológica de la provincia. La obvia lógica (no solo se van a llevar el dinero fondos y empresas extranjeras en inversiones de limitado riesgo) de Lamelas ─ participar en el invento renovable ─ se ha topado con la realidad: el concejo de Priaranza votó que fincas públicas, ni una.
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Las alegaciones, solo de esta localidad, 400 para menos de doscientos vecinos, llegan de cualquier rincón de este país, de Zurich, Berna o Torrejón de Ardoz. Y es que los leoneses (valdorneses, cepedanos, del Tuerto o de la Montaña) andamos por todo el mundo… excepto por León.
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Pero lo previsto: la unanimidad es semilla infrecuente. Fuera de Luyego, las dudas se imponen en la junta y ayuntamiento de Castrillo de la Valduerna, o junta vecinal y ayuntamiento de Destriana. La plataforma les recuerda a los primeros que son del mismo partido que los gobernantes de Dipu…, pero ellos, se espera, no deciden en cuestiones de futuro por ideología, sino por interés de sus vecinos.
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Repetidamente se confirma la fragmentación de proyectos renovables para no superar los 50 MW. Suelen ser las empresas promotoras locales las que hacen estos desbroces. Pregunto: ¿intuyen que la Junta las tratará mejor que el ministerio de Ribera?. Se supone que las normas para decidir sobre la autorización son las mismas. ¿Alguien del meollo puede explicar este asunto?
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Que dividen los megavatios no hay duda (Lamelas no es el único, sino uno más, al trocear su inversión de más de cien millones en ocho parques). Que así decide Valladolid, tampoco. Pero el consejero del ramo, el leonés Quiñones, en la capital se dio por enterado de la farsa y prometió que serán rigurosos. Al menos, no podrá alegar posteriormente ignorancia si no cumple.
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Soñé que regresaba a 1980. Ecologistas en Acción entiende que “la imposición del Estado a esta comarca ha de tener una fecha de caducidad, que pasa por la paralización inmediata de maniobras con fuego real y el desmantelamiento del Campo de Tiro”. El incendio de estos días consolida que Defensa ganó entonces, y ahora. El campo, parece, no se cierra, pero alguien debería tener claro que junio (e incluso mayo) no son buenos tiempos para lanzar obuses en la ladera del Teleno. Desde cuarenta años… al menos.
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Los días pasan el cepillo del olvido, Pano. De tu óbito solo quedan las hemerotecas, y la memoria de tus amigos. EL FARO me recompone. Una necrológica de Alfredo Cabezas (junior) pone en valor a Cipriano E. Martínez, leonés de la Montaña. Otros recordaron su vara de alcalde, de diputado, de secretario del PP, de… Algunos gustan recordar cuando acababa su trabajo: cuando era serio y sonriente, siempre, y amigable, y cercano y, eternamente, leonés. Gracias Pano, esta tierra fue un poco mejor con tu presencia.
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Y como los días no paran, el recuerdo me lo trae Manuel Gullón. Ha dedicado, a través de la fundación familiar, 13 años de esfuerzo a que la Iglesia reconociera los méritos martiriales de tres enfermeras astorganas, ahora ya beatas. Nunca astorganos se habían inscrito en los altares. Eso tiene mérito, por ellas, pero también por la gente que ha conseguido que todos lo sepamos, aunque el tedio inunde la actualidad de otras cosas. En la catedral asturicense queda la prueba, por si acaso alguien, pasado mañana, ya no lo recuerda.