Eduardo Sáez – Sin pasión
Telemedicina presencial; presencialidad a distancia. Es el nuevo invento de la Junta de Castilla y León para explicarnos que no habrá médicos en los pueblos, pero si una pantalla de televisión.
No la conozco, pero tiene que ser fascinante la factoría en la que elaboran esas definiciones y maneras de llamar a las cosas. Me las imagino llenas de guionistas enanitos ocupados en inventar expresiones especializadas conceptos que quiten hierro a las situaciones. Empezaron llamando flexibilización de plantilla a los despidos y a partir de ahí todo fue un tsunami de lenguaje pervertido.
Lo de la presencialidad a distancia explicado así, sin aguantar la risa por la consejera de Sanidad de este desierto discontinuo llamado Castilla y León y el vicepresidente gangoso que la acompaña, también tiene su mérito. En lo de aguantar la risa, digo.
Desde que hay whatasapp, raro es quien no ha echado mano del teléfono para mandar a su médico una captura de tal eritema o tal irritación por si la cosa fuera a más. Pero el Sacyl acaba de inventar la sopa de ajo. Y además pretenden que le hagamos la ola. Tienen suerte de poder echar la culpa a la pandemia, pero este dúo pimpinela al cargo de la sanidad de Castilla y León, han hecho buenos a los anteriores. De tocar fondo hemos pasado a escarbar.