Los informes de los servicios jurídicos de la Junta que, según los portavoces de la propia administración autonómica no creían que prosperasen ante los tribunales nuevas medidas de contención para frenar el coronavirus relativas a nuevos toques de queda, han terminado por desaconsejar esta propuesta de adopción.
El vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, advertía este jueves que esperará hasta que pasen catorce días desde las últimas medidas adoptadas para evaluar su impacto.
Lo cierto es que, aunque en áreas urbanas es muy alta la afectación por coronavirus, en zonas rurales como es el área de Astorga, empieza a detectarse, en el indicador adelantado a siete días, un cierto frenazo a la expansión desbocada que desde finales de la pasada semana mostró esta nueva ola de la pandemia.
Pasados los contagios de gente joven aún no vacunada y sus posibles transmisiones, en general más benignas a personas mayores, incluso vacunadas, los epidemiólogos del ministerio de Sanidad ven próximo el pico de la expansión de la pandemia y confían en que durante la próxima semana se empiecen a reducir de nuevo los contagios.
Este jueves Astorga refirió una incidencia de 581 casos por cien mil habitantes a catorce días, un dato muy parecido al del miércoles, que se cerró en 551.