Eduardo Saéz – SIN PASIÓN
Como si no hubiera pasado el tiempo, me acabo de encontrar con fotos de un corrupto (supuesto, por idem) que en el colmo del descaro se pone a tiro de cámara para alardear de su consumo de cocaína, de prostitución y, en general, de cualquier otro elemento susceptible de corrupción.
Y no ha pasado el tiempo porque me ha recordado a Roldán hace casi treinta años ocupó centímetros de papel prensa y cuché en camiseta de tirantes y postura poco gallarda rodeado de señoras apenas vestidas.
El diputado socialista canario de ahora, como el presidente de la Guardia Civil de entonces, tienen en común ese exhibicionismo procaz que solo puede salir de saberse impunes e inmunes a cualquier alcance de la ley. Exactamente igual que el rey, hoy ciudadano fiscal en un país del Golfo (¡qué apropiado!) Pérsico.
Lo dramático es que miremos donde miremos, la cosa pinta igual. El ex rey ya citado (del actual lo sabremos dentro de unos años), la alcaldesa de Marbella con un hijastro en coyunda pública con narcotraficantes, el alcalde de León viajando a Catar al fútbol por cuenta de una empresa, el presidente de la Junta viajando a otro partido de fútbol con el concesionario de las ambulancias del Sacyl…. en este país nunca pasa nada, y si pasa, se le invita a tomar algo. O a cenar.