post-title Julio https://elfaroastorgano.com/wp-content/uploads/2021/06/ANGEL-ALONSO.png 2021-07-05 19:14:53 yes no Publicado por Categorías: Opinión

Julio

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Julio

Ángel Alonso – Por cierto.

Julio es el séptimo mes y en su séptimo día un cohete abre el portón de la algarabía. Por aquí, por tierras del norte. Toros y mozos, protagonistas. Sarcasmo habemus. Dicen que el morlaco es cosa de Despeñaperros para abajo en esta piel de toro. Hacia arriba, en lo más alto de nuestra geografía, clarines y timbales callan. Retumba la pólvora; huele a ella. La liturgia, más que tauromaquia, es arrojo juvenil, adrenalina colectiva palpando a veloz carrera astas como puñales. Dos minutos, un poco más quizá, gacetas, no muletas ni capotes, engañan al bicho. En la marabunta se hermanan valor, emoción e inteligencia; si se ausentan, al quite, el santo.

Julio, huérfano de fútbol, pero señor de ciclismo y tenis. Al primero se le llama Tour. Llega hasta el París de la Francia. Fina ironía: turismo de supremo esfuerzo. El hombre frente al tiempo sobre afilado sillín de bicicleta. Máxima exigencia. Combustible de riñón y determinación escala montañas que a duras penas coronan ingenios mecánicos a motor. Día tras otro, en una veintena, la serpiente multicolor repta por asfalto y adoquines. Desemboca en arco, llamado del Triunfo, porque eso mismo es llegar. El segundo se atavía del esnobismo británico. Sobre alfombra verde, cada raquetazo es como sorbo del té de las cinco. Altanería victoriana en gradas de aplauso tibio e infantilidad dickensiana en la cancha con la danza coordinada de los recogepelotas.

Julio, mes de calores, de sopores, de bostezos antesala de la siesta. Aún así, nos cita con la vida.