Eduardo Saéz – SIN PASIÓN
Las pasiones se desatan en España hablando de la empresa constructora que después de haberse creado bajo el manto protector del antiguo régimen, haber medrado con las prebendas del Estado que incluso ha llegado a compensarle autopistas ruinosas, ahora se va a Holanda, dicen que por motivos fiscales.
Y quien lo defiende advierte que estamos en un mundo de libre competencia y cada uno puede poner su empresa donde le dé la gana. Le contestan los otros que eso de la libre competencia había que haberlo dicho cuando le compensaron por embarcarse en un negocio como las autopistas que nadie veía más que ellos y las garantías que les otorgó aquel ministro que pasará a la historia nacional de la infamia apellidado Álvarez Cascos.
Los partidarios del libre comercio y el capitalismo dicen que qué más dónde este la sede, que se tributa por lo que se hace en cada país.
Y estaba yo a punto de admitir pulpo como animal de compañía, cuando llegan empresas de distribución francesas con su sede en Francia que a los franceses, les van a brindar una cesta de la compra con precios bloqueados como herramienta antiinflación. Alguna de ellas tiene gran presencia en España, pero aquí no lo va a hacer ¿Tiene o no importancia dónde estén las oficinas centrales?