Gabriel Toribio Serrano – Cambiando Aires
De puertas para el exterior no sabes cómo evoluciona el diálogo entre dos o más de la tertulia de una mañana despejada o de la tarde que se inclina a desaparecer.
Ser más inteligentes, guapos, de más prestigio. Hay mayor seguridad por la conquista del poseer; y si se quiere hacer una entrada triunfal por reconocer los méritos a los que se ha podido llegar, enseguida vienen los celos y las interrogaciones de ¿por qué no a mi?
Contra la envidia se encuentra el camino de la caridad; habiendo muchos desvíos que nos hacen reflexionar. Los sencillos de corazón, que la mayor envidia que nos puede pasar cuando vienen situaciones reconocibles de no tener que pedir para comer y a la vez no tener que pasar por desgracias como las que deterioran la salud mental.
Siempre está la ocasión para desear aquello que no se puede y lo que nos rodea y ha costado mucha dedicación llegar al lugar correcto y deseado; no se le da la suficiente valía que merecer un mayor aprecio a cómo la vida nos ha sonreído y no caer en un pozo hondo de no ver un futuro emprendedor que haga desaparecer la malicia y deje apartado cualquier acto que impida un acercamiento de más fraternidad.