Enrique Ramos – Piedra de afilar.
Un volcán en erupción drones, miradores y dramas personales de casas arrasadas que no llegan al daño físico ¿Qué más quiere el vergonzante periodismo patrio para caer aún más en el descrédito?
Un mundo en el que perro sí come carne de perro, en el que medios replican lo escrito en otros, en el que se trabaja por la comida o, aún peor, por una palmada en la cabeza («buen perro, Gacetillero, buen perro»), el colmo ha sido ver a un conductor de telediario nacional transportado por un todoterreno de la Guardia Civil para alimentar su ridículo espectáculo entre la lava. ¿En qué cola hay que ponerse para que EL FARO empotre a un informador en un vehículo de las Fuerzas de Seguridad del Estado? Si lo pagamos todos, todos tendremos derecho.