No solo son edificios privados que se declaran en ruina y se eternizan con sus vallas perimetrales de seguridad o en solares que llevan lustros sin construirse. También las administraciones públicas ofrecen un «debe» importante en el equilibrio urbanístico de la ciudad por edificios en desuso a los que no se les encuentra destino.
Particularmente llamativos son los casos de la antigua residencia de discapacitadoes Glorieux, de la calle Matías Rodríguez, propiedad de Diputación y del viejo ambulatorio propiedad de la Junta en la calle Alcalde Carro Verdejo. Suman años y años sin utilización alguna ni previsiones de que vayan a tener un fin mientras precisamente esa falta de utilización los sigue deteriorando.
Al listado se puede añadir tambien otro edificio: el antiguo complejo de recogida y bombeo de agua potable de la ciudad en el barrio de Rectivía, para el que se han sugerido algunas ideas, pero que cumple ya medio siglo vacío.
Edificios públicos sin uso y en riesgo de deterioro, otra tara urbanística de Astorga
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