Las declaraciones del presidente de la Junta de Castilla y León de hace apenas un par de días sobre la escasa probabilidad de que se convocasen elecciones anticipadas en la comunidad, se convertían este lunes en papel mojado al anunciar, por sorpresa, en especial para sus compañeros de gobierno (hasta hoy) de Ciudadanos, que disolvía las Cortes y fijaba en el 13 de febrero la fecha de las elecciones autonómicas para renovar el parlamento de Valladolid.
De inmediato, hoy por la mañana y según acreditó posteriormente el vicepresidente Francisco Igea que en esos momento era entrevistado en director por una emisora de radio, Mañueco le llamaba por teléfono para advertirle que tanto él como los consejeros de Sanidad, Empleo y Cultura estaban destituidos.
Igea manifestó su sorpresa porque aseguraba tener la palabra de Mañueco de que no se convocarían elecciones anticipadas y negó de manera rotunda que hubiera, como ha apuntado el presidente de la Junta, conversaciones o movimientos de ningún tipo para secundar una hipotética moción de censura.
Con las elecciones autonómicas el 13 de febrero, Castilla y León también tendrá un hito histórico ya que será la primera vez que los comicios para renovar las Cortes se celebran solos, sin que en la misma jornada haya, al menos, también elecciones municipales.
La situación de repunte pandémico que se está viviendo y que alimentó polémicas ante otras elecciones celebradas en Cataluña, Galicia, País Vasco o Madrid, también ha cuestionado la oportunidad de una jornada electoral en pleno invierno.