post-title Cronista https://elfaroastorgano.com/wp-content/uploads/2021/06/ANGEL-ALONSO.png 2021-06-03 11:55:07 yes no Publicado por Categorías: Opinión

Ángel Alonso – Por cierto
Va para siete años sin cronista oficial de la muy noble, leal y benemérita. Mucho tiempo en el que los acontecimientos de una ciudad, por pequeña que sea, se escapan a la globalidad de un planeta con dimensiones comunicativas de barriada.
Martín Martínez fue el último vestigio de una especie de narrador de historias urbanas que las vicisitudes de estos tiempos exigen como cortafuegos de las disparatadas redes sociales, ejemplo de masificación desbocada de la información extraviada en la continua sospecha de qué es verdad y qué mentira. La credibilidad mediática está gravemente herida.
Un cronista oficial es baluarte de las intrahistorias de un lugar. La autenticidad se da por sentada. No se atiene a más dictado ideológico que el de un paisaje y un paisanaje. Excelente antídoto contra los excesos de la digitalización. Imborrable en la imaginación su figura de paseante, libreta en mano, y vista depositada en las alturas y superficies de sus dominios.
Astorga carece hoy, y es lamentable, del relato oficial de una pandemia que va a trastocar modos de vida y coexistencia. Urge a la corporación municipal una designación de notario fiable de actualidades que se avecinan con multitud de aristas. Y Astorga no está precisamente escasa de competentes funcionarios de la realidad.
Los desafíos de ese cronista habrán de atenerse no solo a poner voz a las piedras y al pasado. Tendrá que trabajar el pange lingua de un presente y un futuro en carnes y osamentas muy vivas.