Eduardo Saéz – SIN PASIÓN

Veo y oigo todos los días gran cantidad de gente rasgándose las vestiduras con lo que llaman “cultura de la cancelación”. Viene a decirse de cuando determinados auditorios no quieren oir ni dejar hablar a gentes a las que por su palabra, pensamiento, obra, o, a veces omisión, han estigmatizado en uno u otro sentido.

Me ha venido a la mente uno de esos que lamenta por las esquinas verse cancelado. Es el supuesto humorista conocido por Arévalo. Se quejaba hace unos días de que él, públicamente no habría podido en el día de hoy mantener su show con chistes de gangosos o de homosexuales (mariquitas, decía él); y que a dónde vamos a parar con la que cae hoy.

Bueno, pues a algún sitio parecido al que hemos ido con la que cae siempre. ¿O en este país se ha podido hacer chiste y hablar de lo que le da a uno la gana en cualquier momento? ¿Se podían hacer chistes de cosas religiosas? ¿Se podía hablar de política? Y ya no hablo del Franquismo: escucho a en un programa de televisión a Javier Gurruchaga asegurar que cuando dirigió un rompedor espacio “Viaje con nosotros” en la “libérrima” televisión española de finales de los 80, la aún más libre Pilar Miró, directora del ente en aquel momento, hoy entronizada en los altares laicos de la progresía, le puso entre otras líneas rojas no satirizar a la Monarquía ni al Ejército. Así que cuidado, que uno invoca cuando lo cancelan a él; cuando era él el que cancelaba, ya tal….