
Desde el inicio de la pandemia, los balcones han sido el refugio de expresiones y actividades que estaban vedadas a su desarrollo en la calle o en otros espacios.
La anómala Semana Santa que arranca ahora también tiene su metáfora en los balcones de la plaza Mayor. A falta de procesiones y otras citas multitudinarias, la Junta Profomento y el Ayuntamiento recuerdan que seguimos en Semana Santa llenando los balcones del espacio urbano por excelencia de los reposteros que identifican a cada una de las cofradías.